El técnico Esteban Becker (50) llevó a ese país a un histórico cuarto puesto en la Copa África. Eliminó a Túnez y quedó fuera en semifinales ante el poderoso Ghana. Así, se convirtió en ídolo. “Como soy un loco quiero clasificar al Mundial de Rusia”, anticipa.
Pasaron más de 25 años del día en que Esteban Becker (50) armó sus valijas llenas de sueños forjados en su hogar del barrio de Villa Cramer, en Bernal, y emprendió camino a Europa en la búsqueda de vivir de su mayor pasión: el fútbol. No le fue fácil ya que su carrera como futbolista no tuvo los resultados que esperaba. Tras realizar todas las divisiones inferiores en Independiente y Quilmes no llegó a debutar en Primera y probó suerte en Independiente de Saladillo. Años después volvió a ilusionarse con jugar al lado de las estrellas, tras ser tentado para sumarse a Atlético Madrid junto con un ídolo del Rojo como José Percudani. Los españoles se fijaron en su antecedente como goleador en los Juegos Macabeos de la comunidad judía, representando al país. Pero finalmente, la oferta del Colchonero no prosperó.
En vez de bajar los brazos, el bernalense se decidió por ubicarse del otro lado de la línea de cal y tras un paso por el ascenso español, se transformó en el entrenador de la Selección de Guinea Ecuatorial, en África, donde ya se convirtió en ídolo de los aficionados.
No tenemos grandes cualidades técnicas
pero todos corren”
Guinea Ecuatorial es un pequeño país de cerca de 1,5 millón de habitantes, ubicado en el centro oeste de África. En 1968 se independizó de España pero las corrientes europeas perduran hasta ahora. “Hay muchos descendientes de españoles en el equipo, por eso el idioma no es un problema. La comida es en base a pescado y bastante picante. Pero con el tiempo me fui acostumbrando”, cuenta este trotamundos que de chico recorría en su bicicleta los potreros de Bernal, donde se raspaba sus rodillas.
“Mis equipos son valientes, me gusta atacar con toque y toque. No tenemos grandes cualidades técnicas ni físicas. Por eso no podemos guardarnos nada y tienen que correr todos”, describe el DT del “Nzalang Nacional”, como conocen los ecuatoguineanos –que comparan a Becker con Diego Simeone– a su selección.
Becker consiguió el máximo logro de Guinea Ecuatorial en fútbol en febrero del 2015 cuando de local terminó cuarto en la Copa África. Hubo momentos inolvidables como cuando en cuartos de final eliminó al poderoso Túnez. Recién en semis, Ghana lo pudo eliminar y el sueño de subir al podio quedó muy cerca al perder por penales con el Congo.
“Sólo tuve 10 prácticas y nos fue muy bien. Ahora queremos clasificar a la Copa en 2017 y como soy un loco quiero ir al Mundial de Rusia”, afirma el bernalense, que ya conquistó ese título continental con la selección femenina en 2012. Sus logros no le hacen olvidar sus pagos. “Seguro dentro de poco vuelva a Bernal. Extraño a mi familia”, admite el ex alumno del colegio Normal de Quilmes.
Un trotamundos de la pelota
Con los años, Esteban Becker se transformó en un trotamundos del fútbol. Su primera experiencia como técnico fue en Deportivo Español en 1987 junto a Alberto González (ídolo de boca y mundialista en Chile 62 e Inglaterra 66). Tras pasos esporádicos por Bélgica y Alemania se asentó en la liga de ascenso española donde dirigió a cinco clubes (RSD Alcalá, San Sebastián de los Reyes, C.D. Ciempozuelos, Club de Fútbol Fuenlabrada y C.D. San Fernando de Henares). Finalmente, recibió la propuesta de dirigir a la selección femenina de Guinea Ecuatorial y en enero del 2015 se hizo cargo del masculino.
Crédito imágenes: REUTERS y AFP